
Otro miedo que heredamos y fuimos aprendiendo es el miedo a la pobreza. En otras palabras, el temor a no tener suficiente dinero y recursos para sobrevivir. El miedo a no tener un techo, a no tener comida, ni ropas, ni un vehiculo, ni derechos, ni libertad, en fin a quedarnos sin nada en este mundo tan cruel que no quiere a gente que no les sume o que no sea “importante”. Porque tristemente hay gente que determina el nivel de importancia de los demás por cuanto dinero o influencia estos tienen. Por causa de este temor muchas personas viven acumulando dinero y cosas, que pudieran a veces compartir con otros y mejor dejan que se dañen por miedo a que les falten.
Hay un programa de television que se llama “Acumuladores” que presenta la vida de gente que no puede tirar nada a la basura que guarda hasta pañales desechables sucios, y no quieren desprenderse de esas cosas que no les sirven y le tiene la casa sucia e inhabitable pero los hace sentirse seguros guardar esas pertenencias. Esta el caso de otras personas que viven acumulando propiedades, oro y otros metals y piedras preciosas, acciones en la bolsa de valores, grandes cuentas de ahorros, y al final mueren sin disfrutar lo que tanto acumularon y cuando estos mueren otros que no lo trabajaron heredan tales bienes. Creo que no tiene nada de malo adquirir bienes en la tierra y disfrutar de ellos, pero cuando esto se convierte en lo más importante para nosotros, ahi viene el problema. Nuestra importancia como seres humanos no está basada en nuestras posesiones. Somos importantes por el simple hecho de ser criaturas creadas a la imagen y semejanza de Dios, y somos valiosos a sus ojos. Jesús sabe que todos en algún punto nos preocupamos por muchas cosas, y habló sobre ese tema en el siguiente pasaje.
“»No guarden tesoros para ustedes aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido los dañarán, y donde los ladrones entran a robárselos. Más bien, guarden tesoros para ustedes en el cielo donde ni la polilla ni el óxido los dañarán y donde los ladrones no pueden entrar a robárselos. Pues donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón.»La lámpara del cuerpo son los ojos. Si miras a otros con ganas de ayudarles, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Pero si con tus ojos los miras con envidia, entonces todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Si la única luz que tienes es la oscuridad, ¡qué horrible oscuridad tendrás! »Nadie puede servir a dos patrones al mismo tiempo. Odiará a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y a las riquezas[d]. »Por eso les digo: no se preocupen por la comida ni por la bebida que necesitan para vivir, ni tampoco por la ropa que se van a poner. Ciertamente la vida es más que la comida y el cuerpo más que la ropa. Miren a las aves del cielo, ellas no siembran ni cosechan ni tampoco guardan nada en graneros. Sin embargo, su Padre que está en el cielo les da alimento. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por más que se preocupe, va a añadir una hora a su vida? »¿Y por qué se preocupan por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo. Ellos no trabajan ni hilan para hacer su vestido. Sin embargo, les aseguro que ni siquiera el rey Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Así que, si Dios así viste a todo lo que crece en el campo, que hoy tiene vida pero que mañana será quemado en un horno, con mucha más razón cuidará de ustedes. ¡No sean gente de poca fe! Así que no se preocupen ni digan: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o “¿Qué ropa vamos a usar?” La gente que no conoce a Dios trata de conseguir esas cosas, pero ustedes tienen a su Padre en el cielo que sabe que necesitan todo esto. Así que, primero busquen el reino de Dios y su justicia, y Dios les dará todo lo que necesitan. No se preocupen por el día de mañana, porque el mañana traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene ya sus propios problemas”. Mateo 6:19-34.
El pasaje anterior está muy claro que la clave para no ser atormentados por el miedo a la pobreza está en buscar primero el reino de Dios y su justicia y entonces Dios nos dará todo lo que necesitemos.
¿Que solución ofreces para el miedo a la pobreza?
Abrele tu corazón a Jesucristo y él te hará libre de este y todo temor.
Este es el dia de salvación. Ven a Cristo hoy, y recibe el regalo de la vida eterna.
“Les he dicho todo esto para que, unidos a mí, encuentren paz. En el mundo tendrán sufrimientos; pero ¡ánimo!, yo he vencido al mundo”. Juan 16:33. BLPH “Así que, primero busquen el reino de Dios y su justicia, y Dios les dará todo lo que necesitan”. Mateo 16:33. PDT
Si deseas ser libre del temor a la pobreza, haz esta oración conmigo:
Padre celestial, te pido perdón por mis pecados, me arrepiento de todo corazón, creo que Jesucristo es el HIjo de Dios, que él murió por mis pecados y resucitó al tercer día, y pido que me recibas como tu hijo(a) y me hagas libre del temor a la pobreza y de el hábito de acumular y creer que mi importancia viene de mis posesiones porque tú me amas y me aceptas y mi valor viene de ti y del precio que pagaste por mi en la cruz. Hazme una nueva criatura y llena mi vida de ti y de tu amor, en el nombre de Jesucristo, amen.
Si has hecho esta oración y necesitas más información, escríbenos al info@amandolavida.net.