Discerniendo los tiempos Parte I

 “Hay un tiempo (un tiempo señalado) para todo y un tiempo para cada deleite y evento o propósito debajo del cielo— Tiempo de nacer y tiempo de morir; Tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado. Tiempo de matar y tiempo de curar; Un tiempo para derribar y un tiempo para construir. Tiempo de llorar y tiempo de reír; Un tiempo para llorar y un tiempo para bailar. Tiempo de tirar piedras y tiempo de juntar piedras; Un tiempo para abrazar y un tiempo para abstenerse de abrazar. Un tiempo para buscar y un tiempo para darse por perdido; Un tiempo para guardar y un tiempo para tirar. Un tiempo para desgarrar y un tiempo para coser; Un momento para callar y un momento para hablar. Un tiempo para amar y un tiempo para odiar; Un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz”. Eclesiastés 3 AMP

¿Puedes discernir en qué hora estamos?

¿Que hora es?

¿Dónde estamos ahora?

Cuando los primeros humanos, Adán y Eva estaban en el jardín del Eden teniendo comunión con Dios, la atmósfera estaba llena de las palabras de Dios, por lo tanto era limpia y pacífica. Los pájaros cantaban de alegría, todo parecía perfecto. Hubo un tiempo para reír, amar y abrazar. Pero una pequeña charla con la persona equivocada provocó la destrucción de la primera familia. Una breve conversación con un mentiroso y éste arrojó al aire las partículas de su veneno, y su semilla que es iniquidad. La iniquidad es una sustancia espiritual, lo cual es como veneno de serpiente, inmundicia espiritual y maldad. Esto contaminó la limpia atmósfera del jardín, y el medio ambiente que habia sido limpio, se corrompió. Adam y Eva, fueron contaminados con ese virus mortal, llamado iniquidad. Los primeros síntomas que causó este virus fueron: inferioridad, incredulidad y duda, deseos de conseguir algo que ya tenían, pero obtenerlo ilegalmente, desobediencia y miedo.

Entonces, empezó a reinar el miedo, todo el ambiente estaba cargado de miedo. Por eso Adán y su esposa comenzaron a esconderse de Dios en lugar de correr hacia él. Satanás se le apareció a Eva, y no a Adán, porque Adán era más fuerte, y Adán manejaría la situación de manera menos amigable. Pero como cualquier cobarde, la serpiente se acerca a la parte más suave de nosotros. El enemigo nunca te ofrecerá algo que no te interese. No te ofrecerá comida cuando estés satisfecho, por lo que es posible que se acercó a Eva solo unos segundos antes de que se reuniera con Adán para almorzar. El enemigo es como un buen vendedor, te ofrece algo que ni siquiera necesitas, pero te hace creer que eso es lo que te hace falta para completar tu vida. Entonces, de ahí en adelante, no tendrías que depender de Dios, o eso pareciera.

Este malvado y talentoso vendedor le diría que después de que lo obtenga, eso lo hará feliz. Pero el truco es que te ofrece una muestra como si fuera un obsequio, y nunca te dice cuánto te va a costar esa muestra. Él nunca explica que solo un pequeño bocado va a destruir tu vida, tu familia, tus próximas generaciones, te hará perder tu posición en Dios y provocará una separación eterna de tu creador. Las burbujas de iniquidad que estaban en la saliva de la serpiente, volaron a los oídos de Eva, luego a sus ojos, luego a su mente, luego a sus manos, luego a su boca, luego a las manos y boca de su esposo, finalmente la semilla cayó en el suelo y fue multiplicada de alguna manera. El enemigo lo tenía todo calculado. Tan pronto como dejó caer su veneno, el miedo y la oscuridad reinaban en el jardín y Adán y Eva se escondían y no sabían por qué. Ahora Adán y su esposa estaban avergonzados de sí mismos; ya no esperaban encontrarse con Dios, estaban confundidos, perdieron su identidad y su posición. Dios tuvo que dejar su lugar para ir a buscarlos, para preguntarle al hombre, ¿dónde estás? ¿Por qué no estás en el lugar de autoridad, en el que te coloqué? ¿Quién ocupa tu lugar ahora?

Y me pregunto, ¿Por qué el miedo está reemplazando a la fe en nuestros días? ¿Por qué la gente tiene tanto miedo?Una gota de oscuridad cuando la permitimos puede cegarnos.El miedo te hace perder el contacto con la realidad, el miedo te vende una historia que no existe, pero que se convierte en tu realidad, si se lo permites. El miedo te hace dejar lo que es más importante para correr tras lo que no es real o valioso. El miedo te atrapa en un pozo de aislamiento.

Debido al miedo, y a la influencia de satanas y sus espiritus inmundos, muchas personas no están ocupando su lugar en la familia,en el matrimonio, en el lugar de trabajo, en el ministerio, en Dios y ni aun en sus propias vidas, algunos están confundidos y no aceptan el genero sexual con el cual nacieron. Muchos de ellos fueron abusados sexualmente y tienen heridas en su alma que nunca sanaron, esas heridas fueron las puertas por donde entró la iniquidad y los espiritus inmundos que estan gobernandolos desde adentro y usurpando su lugar. Pero hay una salida, es venir a los pies de Cristo, él tiene poder para liberar a los cautivos y sanar sus almas heridas. Hay tanto miedo y caos, porque hemos estado escuchando, mirando y leyendo las fuentes equivocadas. Si escuchamos la voz de Dios a través de su palabra, relación cercana con él, y con sus verdaderos mensajeros, ya no nos vamos a esconder de nuestro creador. Necesitamos discernir los tiempos. Estamos viviendo el libro de Apocalipsis y acercándonos al cumplimiento de la profecía de Daniel. ¿Qué hora es? Este no es un momento de paz; estamos en tiempos de guerra. En tiempos de guerra espiritual, como nunca antes, porque el enemigo sabe que no le queda mucho tiempo. “Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado.  Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte.  Por lo cual regocijaos, cielos y los que moráis en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido a vosotros con gran furor, sabiendo que tiene poco tiempo.” Apocalipsis 12:10-12.

Debemos estar despiertos y no distraernos ni estar espiritualmente dormidos. Hay muchos que vienen en el nombre de Jesús, pero no son de Jesús. Tenemos que probar los espíritus para saber si vienen de Dios. Los ministros de Satanás han salido disfrazados de ángeles de luz para engañar a muchos. Los conoceremos por sus frutos, no por sus dones. Hay dones falsos y frutos falsos, pero el fruto real permanece. Algunas personas pueden fingir amor, alegría, paz por un tiempo, pero en tiempos de guerra veremos quién está realmente involucrado en esto o quién simplemente está haciendo un espectáculo. Se acerca el tiempo de la persecución, estos separarán el trigo de la cizaña. El trigo se tritura y procesa para alimentar a muchos, la cizaña es como un accesorio. Necesitamos entrenarnos con el manual de guerra, que es la palabra de Dios. Tenemos que vestirnos para la guerra.


“En conclusión, sé fuerte en el Señor [saca tu fuerza de Él y recibe poder a través de tu unión con Él] y en el poder de Su fuerza [ilimitada]. Pónganse toda la armadura de Dios [porque Sus preceptos son como la espléndida armadura de un soldado fuertemente armado], para que puedan resistir [con éxito] todos los planes y estrategias y los engaños del diablo. Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne [contendiendo solo con oponentes físicos], sino contra gobernantes, contra potestades, contra las fuerzas del mundo de esta oscuridad [presente], contra las fuerzas espirituales de maldad en los lugares celestiales (sobrenaturales) . Por lo tanto, póngase la armadura completa de Dios, para que pueda [con éxito] resistir y mantenerse firme en el día malo [del peligro], y habiendo hecho todo [lo que exige la crisis], mantenerse firme [en tu lugar, totalmente preparado, inamovible, victorioso]. Así que mantente firme y manténgase firme, habiendo apretado el ancho cinturón de la verdad (integridad personal, valor moral) alrededor de su cintura y habiéndose puesto la coraza de justicia (un corazón recto), y habiendo puesto el evangelio de la paz en sus pies. preparación [para enfrentar al enemigo con firme estabilidad y la disposición que produce la buena noticia]. Sobre todo, levante el escudo [protector] de la fe con el que podrá apagar todas las flechas llameantes del maligno. Y tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Con toda oración y petición, ora [con peticiones específicas] en todo momento [en cada ocasión y en cada tiempo] en el Espíritu, y con esto en mente, mantente alerta con toda perseverancia y petición [intercediendo en oración] por todo el pueblo de Dios ”. Efesios 6: 10-18.

En mi próxima publicación Discerniendo los tiempos parte II, explicaré mejor el proceso de vestirse para la guerra.

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