
A lo largo de mi vida he tenido muchas decepciones en el ámbito laboral. A pesar de que soy una persona muy profesional, responsable, puntual, organizada, leal y dedicada, he encontrado que hay compañias que ven a los empleados como cosas desechables. Están muy equivocados porque ya sea que ellos lo sepan o no, el ser humano es el recurso más valioso que una empresa, organización o lugar puedan tener.
Hay gente que no valora tu tiempo, tu talento, ni tu trayectoria, ni mucho menos tu confianza.Tienes que atreverte a salir del lugar donde estás acostumbrado, aunque el miedo te quiera paralizar. Tienes que aprender a irte de donde no eres valorado. Tienes que aprender a invertir horas en crear proyectos para el reino de los cielos, no meramente para imperios de hombres. Llegó un momento en el que yo me cansé de invertir horas, sudor y sangre en trabajar para sueños ajenos donde no fui valorada, ni apreciada, sino sólo usada y mal entendida. Le pedí a Dios que me guiara a construir su sueño en la tierra , porque no me permito seguir malgastando lo más valioso que él puso en mis manos que es mi vida, mis horas y mis talentos. Ya estuvo bueno, ya entendí que no se trata de estar en una empresa prestigiosa,ni en un lugar donde eres popular. La vida laboral no se trata de trofeos ni de títulos que perecen, sino de estar en la relación y posición correcta con Dios para recibir su recompensa. Porque todo lo que está en el mundo tiene fecha de expiración. El mundo pasa juntamente con sus deseos, pero aquel que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Si en el lugar donde estás no te sientes valorado, comienza a planear tu salida y a juntar las herramientas que necesites para comenzar un proyecto, un negocio, una carrera , o un trabajo nuevo. El tiempo no respeta sueños, ni a nadie. Tienes que soltarte de lo que te hace mal, aunque el proceso de soltar sea doloroso. En esta transición no te mueres si pones tu esperanza en Dios. Tu destino no va a venir a ti, tú tendrás que llegar a él. Tu negocio no va a venir a ti, tú tendrás que comenzar a trabajar por el. Tu salud no va a mejorar si no cambias tu dieta, si no haces ejercicios, si no duermes mejor, si no tomas vitaminas, sino haces mejores elecciones, si no te llenas de fe y accionas para ver tu milagro. La pareja que anhelas no va a llegar a ti, tendrás que ir por ella. A los pasivos no les llega ni el agua al tanque. El reino de los cielos sufre violencia, y sólo los violentos lo van a arrebatar. Sólo los violentos llegan a cumplir su propósito. Sólo los que tienen una fe violenta toman su posición, consiguen lo que les pertenece, y si no existe lo crean.
Suelta ese desánimo, suelta esa dejadez, suelta ese temor, suelta las excusas, suelta el conformismo. Echa mano de la Vida eterna, no te conformes a este siglo, sino más bien transfórmate por medio de la renovación de tu entendimiento y persigue, alcanza, y destruye a tus enemigos espirituales, a tus enemigos mentales, a tus enemigos emocionales. Haz guerra contra lo que te hace la guerra, confunde la confusión que te ataca, causa que la depresión que te atormenta se deprima y se vaya fuera en el nombre de Jesucristo.