Parecia una tarde normal, estaba soleado y caluroso, Esteban y yo estábamos sentados en el sofa de la sala, mi mama había salido a hacer las compras, papa estaba jugando con sus amigos en las afueras de la ciudad, el perro Chico, ladraba sin parar, y de pronto Esteban me miro de frente, estaba medio nervioso y me dijo que había algo que me tenia que decir, le pregunte enseguida, que de que se trataba, mi corazón latía a mil por horas, no sabia que pensar, el se veia muy serio, me dijo: “Ema, quiero pedirte algo”, de pronto me sentí emocionadisima, pensé que me pediría que fuera su esposa, era mi gran anhelo, pero siguió hablando y me dijo “quiero una prueba de amor”. Yo sentí que todo se me venia encima, como era posible que Esteban mi novio de siempre me saliera con algo así, no dude en contestarle, “Esteban, si tanto dices quererme, por que no me das una prueba tu, a mi primero, si en verdad quieres esa prueba y soy la chica que quieres en serio, me esperarías a que te de esa prueba luego de casarnos si es que llegamos a eso? El rostro de Esteban cambio, no parecía para nada el mismo muchacho amoroso, comprensivo y pacifico que yo había conocido, se puso rojo, amarillo, de todos los colores, y me solo dijo: “Ema, todo lo que quería era saber si me podías dar la contraseña de tu Facebook”. Le conteste, -ah, no te preocupes, si algún día nos llegamos a casar, compartiremos todo, por el momento seamos libres y respetemos la privacidad de cada uno. Esteban me dio un fuerte abrazo y se fue a su casa, yo quede con la certeza de que por mas que ame a alguien hay etapas que tendré que vivir y espacios que no permitiré que invada hasta que no sea el momento. La voluntad fuerte que tengo no es para lastimar a los demás sino para respetarles y hacerme respetar. La mayor prueba de amor que existe es que Jesucristo haya dado su vida por mi, y lo hubiera hecho, aun si yo fuera el único ser humano sobre la tierra. Eso es amor!